Yo no hablo del amor, ese que adorna
normal en una pareja por costumbre,
les hablo de ese otro, el que trastorna
y abraza el corazón como una lumbre.
Les hablo de ese amor que diviniza
de ese amor que nos marca y deja huella
del amor que nos sorprende y nos hechiza
del que vemos brillar como una estrella.
Yo no hablo del amor, ese que forma
artificial perfil tras la neblina
del amor que con poco se conforma
y envejece aburrido en la rutina.
Les hablo de ese amor, del que yo siento
que levita y forma luz en sus pasiones
del que deja volcado el sentimiento
en llamas que consumen corazones.
Les hablo de ese amor, que llega y toca
el alma con su magia en desmedida,
de ese, que por el beso de una boca
se juega sin pensar, hasta la vida.
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