Lo descubrí
una tarde en que me cambiaba apurada ,
sus ojos curiosos miraban desde la casa de atrás.
Coincidimos y sentí verguenza , pero hay algo en el ,
algo que me agrada y nosé si es tu su manera de mirarme
o lo guapo que es .
Pero desde aquel día
no cierro la ventana , dejo que parezca
una casualidad el vernos,
y se atreva de una vez
a saludarme.
Ya me tiene perdida,
si escucho su voz ,
ya no tendré vuelta!
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