Tú, una brizna de hierba
en un campo de amapolas.
Yo, una espina entre espinas
de una buganvilla sola
que muere por tu frescura
a la sombra de una roca.
Tú, un sueño en la inmensidad
de todos los sueños.
Yo, un recluso entre reclusos
dispuesto a morir por tus huesos,
por tu clorofila,
por tu verde cuerpo.
No te apures, hierba mía,
que la vista no te ciegue,
regálate a ras del suelo
pero déjame quererte,
desde la altura de la nada
hasta el llano de tus simientes.
en un campo de amapolas.
Yo, una espina entre espinas
de una buganvilla sola
que muere por tu frescura
a la sombra de una roca.
Tú, un sueño en la inmensidad
de todos los sueños.
Yo, un recluso entre reclusos
dispuesto a morir por tus huesos,
por tu clorofila,
por tu verde cuerpo.
No te apures, hierba mía,
que la vista no te ciegue,
regálate a ras del suelo
pero déjame quererte,
desde la altura de la nada
hasta el llano de tus simientes.
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